Por estos dias, ronda por mi cabeza con bastante asiduidad, la idea de recopilar en este blog, diversas historias y mitos sobre viajes a lugares conocidos como infierno, averno, inframundo, etc.
Admito que soy una psicóloga y literata frustrada, y me hubiese gustado hacer una tesis de como se refleja en las diversas mitologías, ese subsuelo que se corresponde al inconsciente o el "id" de cada individuo, donde descansan los
instintos, deseos y experiencias traumáticas, que frecuentemente nos arrastran a un infierno emocional. Lastimosamente mis conocimientos en este apartado son ínfimos y tendré que conformarme con desahogar esta manía pasajera, subiendo entradas a través de este medio.
El día de hoy, navegando por la red me encontré con la siguiente definición de Elizabeth Frenzel en su "Diccionario de motivos en la literatura universal".
"Los mitos que hablan de viaje peligrosos al averno, al reino de los muertos, deben su origen al deseo del hombre de saber algo sobre la región a la que llegara después de la muerte según diversas creencias religiosas, región que se halla cerrada a los vivos y de la que nadie ha vuelto nunca todavía. Solo a semi dioses u hombres especialmente agraciados les esta reservado este viaje en los mitos, que les es facilitado por un regalo de los dioses, por su audacia heroica, por su afán de saber, pero también por su temeridad. Estos elegidos logran quebrantar la ley de la muerte y dar luego noticia a sus espantados contemporáneos, a cerca de los peligros del reino oscuro, de las amenazas de sus poderosos señores y sobre todo de la existencia de las sombras o almas de los difuntos, en aquellas regiones inhóspitas. El riesgo de la aventura, que generalmente esta vinculada a determinadas condiciones e incluye la posibilidad de no volver,así como la descripción de la existencia de seres extraños, constituye la tensión y el brillo mortecino del motivo. El viaje al averno forma parte de aquellos motivos poéticos, que fueron creados sin apoyo real, solo en virtud de un anhelo ideal".
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